EOM Exclusivo Política y elecciones Europa La unanimidad, la utopía del consenso que lastra a la Unión Europea 15 junio, 2021 por Emilio Ordiz @EmilioOrdiz La necesidad de unanimidad en el Consejo Europeo ralentiza la toma de decisiones y hace de la Unión Europea un gigante burocrático que llega tarde en muchos asuntos. Algunos Estados miembros son partidarios de acabar con ella, pero se encuentran con la oposición de otros, para los que es su única protección. Sala de reuniones del Consejo Europeo. Fuente: Wikimedia. WhatsApp Twitter Facebook LinkedIn Telegram Esta funcionalidad está reservada a suscriptores. Suscríbete por solo 5€ al mes.Guardar artículo Please login to bookmark Nombre de usuario o correo electrónico Contraseña Recuérdame Esta funcionalidad está reservada a suscriptores. Suscríbete por solo 5€ al mes. Descargar PDF No te pierdas… Destacados de la semana: crisis política en España, Día del Libro España vive un despertar geopolítico. La incertidumbre abierta por Sánchez lo pone en peligro Sánchez no tiene un puesto asegurado si dimite: no hay huecos en la UE, OTAN ni ONU Estados Unidos enviará más ayuda a Ucrania. Le servirá para resistir “Europa a veces dice una cosa y hace otra”: embajador de India en España El Consejo Europeo, formado por representantes de los Estados miembros de la UE, vota por unanimidad —es decir, sin votos en contra— en ciertas áreas especialmente sensibles, como justicia, interior, política migratoria, finanzas, adhesión de un nuevo socio o política exterior. Siendo asuntos tan decisivos, parece lógico que las decisiones al respecto requieran el apoyo de todos los países miembros. Sin embargo, la unanimidad se ha convertido en un freno: alarga la toma de decisiones y provoca que la Unión Europea camine demasiado lento. Bloqueos al fondo de recuperación para la pandemia El caso más claro de cómo la unanimidad obstaculiza el avance de la UE ha llegado con la pandemia. En julio de 2020, los jefes de Estado y de Gobierno se recluyeron en Bruselas durante cuatro días con sus cuatro noches para pactar un fondo de recuperación económica de 750.000 millones de euros. Desde el principio los países del sur confrontaron con los del norte: los primeros defendían las transferencias a fondo perdido, de las que solo habría que devolver los intereses. Por el contrario, los norteños, conocidos como “frugales” y capitaneados por Países Bajos, preferían los créditos, con los que cada socio se haría responsable de devolver su deuda. Los vetos cruzados alargaron la cumbre y agravaron la tensión. Francia y Alemania se sumaron a los sureños y el presidente francés, Emmanuel Macron, llegó a acusar al primer ministro neerlandés, Mark Rutte, de “haber sustituido al Reino Unido” por empujar a la UE al bloqueo. Tras la postura de Rutte no solo había una motivación ideológica, sino también electoralista, pues afrontaba elecciones en marzo de 2021, que acabó ganando. De hecho, en un acto con trabajadores del transporte uno de ellos le pidió a Rutte “no dar ni un euro a los españoles”, ante lo que él sonrió. Los Países Bajos, la cuna del capitalismo, no encuentra su sitio en la Unión Europea La exigencia de unanimidad no solo retrasó la aprobación del fondo, sino también su visto bu... Si quieres seguir leyendo este artículo, suscríbete a EOM. Lo que pasa en el mundo te afecta; comprenderlo es más necesario que nunca. Suscríbete por solo 5€ al mes Iniciar sesión Nombre de usuario Contraseña Recuérdame Contraseña olvidada